Hace unos años recibimos el encargo de visitar en un Puerto, una embarcación de recreo de34 metros de eslora afectada por la presencia de unos insectos voladores y cuyo resultadofue el siguiente:
Identificamos los insectos voladores como las formas adultas de lyctusbrunneus, un xilófago similar a la carcoma pero con el cuerpo alargado, que habían aparecido en uno de los camarotes de la tripulación tras completar el ciclo larvario alimentándose de los perfiles de madera de los armarios:
Una vez identificada la plaga y recogida toda la información pertinente al personal de la tripulación, llegamos a la conclusión, y así lo reflejamos en el informe, que el origen de la infestación provenía de los astilleros donde se construyó el yate.
Unas semanas después recibimos la llamada de nuestro cliente para que aceptáramos el encargo de acudir a los astilleros con el objetivo de supervisar el proceso que se iniciaba para solventar la aparición de la plaga, por lo que significaba que el constructor asumía la responsabilidad de la infestación.
Tras varias reuniones, finalmente todas las partes implicadas aceptaron realizar un tratamiento curativo con gases inertes – concretamente nitrógeno – cuyo ámbito de actuación abarcaría a toda la embarcación. El tratamiento consistiría en utilizar la misma como una cámara estanca donde crear una atmósfera con ausencia de oxígeno con el objetivo de eliminar cualquier plaga activa en el interior:
El tratamiento con gases inertes consiste en crear un entorno controlado en el que el oxígeno queda desplazado por un gas inerte, en este caso el nitrógeno. De esta forma se crea una atmósfera que por falta de oxígeno, elimina cualquier fase de un insecto expuesto a esta atmósfera.
Ante la complejidad de conseguir la anoxia en un volumen tan significativo – 34 metros de eslora por 7 metros de anchura del casco… – , propusimos establecer unas pruebas de eficacia consistentes en colocar en diferentes lugares de la embarcación, unas muestras de madera infectadaspor xilófagos para comprobar la eficacia del tratamiento.
Las muestras infectadas aportadas por nuestro cliente provinieron del Instituto Tecnológico Tecnalia ubicado en el País Vasco, mientras que las muestras aportadas por el Astillero provinieron del Departamento de Investigación de una prestigiosa Universidad Europea.
La autoría del informe posterior al tratamiento corrió a cargo de Tecnalia, quien se encargó de recoger las muestras para llevarlas al laboratorio con el objetivo de determinar la eficacia del tratamiento, es decir, comprobar la mortalidad de los xilófagos ubicados en las probetas:
El informe realizado por Tecnaliano dejó lugar a ninguna duda y resquicio en cuanto al método utilizado para acometer las pruebas de mortandad de las larvas y formas adultas, así como las probetas – muestras – utilizadas para monitorizar la eficacia del tratamiento. Además se justificó científicamente todos los pasos realizados, por lo que podría ser utilizado por nuestro cliente desde un punto de vista pericial para cuestionar o no la eficacia del tratamiento, que fue realizado por una empresa aportada por los astilleros.
Junto con el citado informe, realizamos una completa inspección visual y auscultamos las maderas para localizar indicios de actividad de xilófagos, siendo el resultado positivo. Únicamente encontramos formas adultas de unos gorgojos que no se alimentan de la madera, sino de los cereales.
La aplicación finalmente resultó ser eficaz ante la plaga objeto de la infestación – líctidos -, aunque insuficiente ante los cerambícidos ubicados en las muestras, por lo que no se consiguió la absoluta ausencia de oxígeno.