Consiste en el control de un inmueble para establecer las pautas de conservación y prevenir el deterioro del monumento por la acción ambiental y del hombre.
La monitorización estructural de inmuebles se consigue mediante la instalación de una red de sensores inalámbricos de parámetros medioambientales tales como humedad y temperatura y de parámetros estructurales (sean dinámicos o estáticos), conectados por acceso remoto a un ordenador que permitirá la continua vigilancia y control.