Es conocido que las termitas subterráneas establecen sus colonias en el subsuelo, pero en ocasiones y por circunstancias diversas podemos encontrarnos con la formación de termiteros aéreos, como es el caso que mostramos a continuación:
En una inspección de estructuras de madera rutinaria realizada en una Escuela de Barcelona, descubrimos en el techo de una de las aulas, construcciones terrosas y un par de termitas aladas atrapadas por hilo de araña:
Se propuso la realización de catas en el techo para descubrir el forjado y evaluar el alcance de los daños producidos por las termitas, y cual fue nuestro asombro al comprobar que lo que veíamos no era el falso techo sino que directamente era el forjado formado por piezas cerámicas de bovedilla y vigas de hormigón:
En el interior de una de las celdas de la bovedilla está alojada una colonia aérea de termita subterránea:
Aquí podéis ver un video que muestra con detalle donde se aloja la colonia aérea:
A veces se forman colonias aéreas formadas por termitas que han quedado desconectadas de la colonia principal de forma accidental. Cuando esto ocurre, los nuevos pobladores de esta nueva formación desarrollan reproductores suplementarios a partir de un mecanismo llamado neotenia.