Nota antigua de un detalle constructivo, escrita sobre una pared.
Llinars del Vallés, Barcelona, Noviembre del 2025.
Es habitual que en las obras aparezcan anotaciones en las paredes, en este caso, la inscripción que hemos encontrado debe tener muchísimos años…
Es habitual que en las obras aparezcan anotaciones en las paredes: números, marcas o referencias que los maestros de obas utilizaban para organizar el trabajo. En este caso, la inscripción que hemos encontrado debe de tener muchos, muchísimos años…
Primero por el lugar donde aparece, un BCIN del siglo XVI. Y segundo – es una suposición – por las medidas que recoge; si las comparamos con las medidas del edificio en sistema métrico, en nada tienen que ver y aquí entra un breve y conciso proceso de investigación:
Una hipótesis es que las anotaciones respondan a una antigua medida antropométrica que equivale a la distancia entre la punta del pulgar y la del índice…
Una hipótesis plausible es que las anotaciones respondan a medidas expresadas en jemes, una antigua medida antropométrica que equivale a la distancia entre la punta del pulgar y la del índice. El jeme está documentado en el siglo XII en ordenanzas medievales y textos de carpintería y siguió utilizándose de forma cotidiana hasta bien entrado el siglo XVIII. Resultado de la investigación: 201 jemes igual a 27,99 metros. Por cierto, ondo es hondo…