CAMPANARIO MONASTERIO SANT CUGAT

Una de las campanas del Campanario de la Parroquia de San Octaviano. Sujeta por una sólida estructura de roble. Monasterio de Sant Cugat del Vallés. Agosto del 2022

Con la Guerra Civil la mayor parte de las campanas de Cataluña fueron fundidas y convertidas en material bélico. Este fue el caso de las campanas litúrgicas de Sant Cugat, entre ellas la refundida Gambirota, la campana más querida por los santcugatenses que tocaba sin descanso cuando había tormenta y peligro de granizada desde el cimborrio del Monasterio y tenía tan potente sonoridad que los monjes de Montserrat intentaron comprarla ofreciendo tantas monedas de plata cómo cupieran en su interior.

La Gambirota, además, fue la campana que tocó a rebato en Nochebuena de 1351, después de que el Abad Biure fuera asesinado por el aventurero Berenguer de Saltells mientras celebraba la misa del gallo. Una vez terminada la guerra se construyeron cuatro nuevas campanas: Severa, Juliana, Semproniana y Gugada.

Nuestras campanas, documentos sonoros de un valor incalculable que han atravesado los siglos y que han tenido un papel activo en gran parte de los hechos más importantes de la historia, como la campana Honorata de la Catedral de Barcelona, del siglo XIV y que Felipe V, con la catalanofobia que le caracterizaba, ordenó destruir por haber llamado al Somatén contra él…

Accede aquí para contactar con nosotros